XIV Congreso Católicos y Vida Pública

XIV Congreso Católicos y Vida Pública
XIV Congreso Católicos y Vida Pública. Madrid 16, 17 y 18 de noviembre de 2012

domingo, 7 de marzo de 2010

Una pequeña historia.

Un profesor universitario, al comienzo del curso escolar, retó a sus
alumnos con esta pregunta:
- ¿Dios creó todo lo que existe?
Un estudiante contestó valiente:
- Sí, lo hizo.
- ¿Dios creó todo?
- Sí señor, -respondió el joven-.
El profesor contestó:
- Si Dios creó todo, entonces Dios hizo el mal, pues el mal existe y bajo
el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos
(opperare sequitur esse), entonces Dios es malo.
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz,
se jactaba de haber probado una vez más que la fe cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:
- ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?.
- Por supuesto, -respondió el profesor.
El joven se puso de pie y preguntó:
- Profesor, ¿existe el frío?
- ¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha
tenido frío?
El muchacho respondió:
- De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo
que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. Todo cuerpo u
objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el
calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía.
El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se
vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos
creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor.
- Y..., ¿existe la oscuridad? -continuó el estudiante.
El profesor respondió:
- Por supuesto.
El estudiante contestó:
- Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La
oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la
oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz
blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes
longitudes de onda. La oscuridad no. Un simple rayo de luz rasga las
tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo
puede saber cuán oscuro está un espacio determinado? Con base en la
cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un
término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando
no hay luz presente.
Finalmente, el joven preguntó al profesor:
- Señor..., ¿existe el mal?.
El profesor respondió:
- ¡Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio: vemos
violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo...! ¡Esas cosas son el
mal!
A lo que el estudiante respondió:
- El mal no existe, señor, o al menos no existe por sí mismo. El mal es
simplemente la ausencia de Dios; es, al igual que los casos anteriores,
un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios.
Dios no creó el mal. No es como la fe o el amor, que existen como existen
el calor y la luz. El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a
Dios presente en sus corazones. Es como resulta el frío cuando no hay
calor, o la oscuridad cuando no hay luz...
El profesor, después de asentir con la cabeza, se quedó callado.
Vacilante, cogió su carpeta de calificaciones y preguntó al alumno:
- ¿Cómo se llama usted, joven?
El alumno respondió:

- Mi nombre es Albert Einstein.

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